Seguramente también ustedes se han dado cuenta de que los niños son súper buenos para seguir nuestro ejemplo. Yo me sorprendo porque, siempre que nos ven haciendo una actividad, quieren intentarlo y ¡wow!, no sé cómo pero siempre lo logran. Gracias a eso, el otro día descubrí algo muy bueno y divertido para mejorar su desarrollo. Si quieres saber qué es lo que hemos hecho, sigue leyendo, porque seguro esta idea te va a encantar.
Pues sí, resulta que el yoga ya no es sólo mi rutina de la mañana, sino que, ahora los más pequeños de la casa también son parte de ella y los resultados son increíbles. Cuando los niños practican esta actividad, se sienten más relajados y listos para sus tareas o actividades escolares, con mucha más motivación y concentración. Eso sin mencionar todos los otros beneficios que obtienen para la vida. Así que si tú también quieres probarlo con tu familia, elige las posiciones que pueden hacer juntos y con las que mejor se sientan.
Equilibrio en familia
Déjenme decirles que, el yoga puede ser tan divertido como ustedes quieran. Por ejemplo, pueden utilizar canciones infantiles o cuentos para practicar la respiración y lograr algunas meditaciones cortas, con el fin de escucharse y conocerse a sí mismos. Además, recuerda que a los niños siempre los puedes sorprender, así que aprovecha cualquier juego o actividad que les guste para motivarlos a mantener la postura adecuada y la coordinación.
Si ahora lo que estás pensando es cómo hacerle porque tus asanas son mega difíciles y es casi imposible enseñárselas, despreocúpate. Aquí te van unas ideas que les pueden funcionar para practicar en casa:
1.- El guerrero: ¡Es hora de convertirse en un verdadero guerrero! Pídele a los niños que lleven hacia atrás su pierna derecha y doblen su rodilla hacia el piso, obvio no se vale tocar el suelo. Al mismo tiempo, deben subir los brazos hacia el cielo y estirarlos bien. Esta postura mejora su concentración y les da más confianza en sí mismos.
2.- Perrito hacia abajo: Esta postura es muy divertida porque pueden imaginar cómo lo haría su personaje de cuento favorito. Aquí las manos y los pies tienen que ir en el piso y después levantar la espalda, pero no se vale despegar las manos del suelo. Aunque es una postura sencilla, fortalece los brazos y piernas de los niños.
3.- Un barco: Antes de ser un fuerte marinero, hay que convertirse en un barco. Sentados en el piso hay que llevar las rodillas hacia el pecho y, después, estirar las piernas y brazos hacia adelante. El reto es mantener el equilibrio y no tocar el piso.
Ya sabemos que los niños tienen súper buena flexibilidad y su respiración es completamente natural. Así que, el yoga en niños, a diferencia de los adultos, ayuda a potenciar su desarrollo emocional, físico, mental y social. También ayuda a reconocerse a sí mismos y tener mejor relación con las personas y su entorno. Así que ya lo sabes, ¡motívalos a hacer su mejor esfuerzo!, porque claro, ellos siempre tienen toda la energía para hacerlo mejor que nadie.
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