Beber agua es un hábito que debes empezar a adoptar para complementar un estilo de vida saludable.

Estar bien hidratado será la clave para que tengas un mejor rendimiento físico cuando te ejercites. Mantener hidratado tu cuerpo y proveerlo de energía antes, durante y después de tus entrenamientos, será la garantía de un óptimo desempeño y evitarás que se agote el glucógeno, que es la energía utilizada por los músculos.

Cuando te ejercitas es posible que pierdas hasta 10 litros de agua, en comparación, durante el día y llevando condiciones normales, el cuerpo pierde aproximadamente 2.5 litros de agua. Si no estás bien hidratado cuando realizas ejercicio, la falta de líquido elevará la temperatura corporal y ocasionará que se disminuya el rendimiento físico y mental. La reducción de electrolitos puede causar calambres y debilidad. Sigue los consejos que plantea el Instituto Europeo de Hidratación para que no falle la hidratación en tu vida.

¿Cómo debes hidratarte?

Antes del ejercicio

Bebe: lo recomendado es que 2 horas previas a un ejercicio intenso (correr, bicicleta, bodycombat, aeróbicos, etc.) tomes 500 ml de agua (dos vasos). Esto le dará al cuerpo reservas extra de agua para evitar la deshidratación, además estarás mejor concentrado.

Durante el ejercicio

Tragos pequeños: si llegas a tener sed, lo recomendado es realizar pausas cada 15 o 20 minutos y dar pequeños sorbos, entre 200 y 250 ml. Estará bien tener una botella de agua; sin embargo, es cierto que si el ejercicio dura más de una hora o se realiza a una temperatura mayor a 25°C, se aconseja hidratarse por medio de bebidas isotónicas, pues ayudan a reponer los electrolitos perdidos.

Después del ejercicio

Reponer lo perdido: se recomienda beber 2 litros de agua, después de 2 horas de haber realizado la actividad física. Si tu sudoración fue en exceso será probable que se hayan perdido minerales importantes. Lo mejor es tomar agua y evitar cervezas u otras bebidas alcohólicas, pues deshidratan y deterioran la salud.

El poder de hidratarte está en tí, recuerda que el agua, no sólo te quita la sed, también ayuda a la memoria, evita el estreñimiento, te aleja del dolor de cabeza y te permite respirar, por eso es un líquido vital.