Según datos de la UNICEF 1 de cada 20 niñas y niños menores de 5 años y 1 de cada 3 entre los 6 y 19 años padece sobrepeso u obesidad, esto coloca a México entre los primeros lugares en obesidad infantil a nivel mundial. La obesidad es una enfermedad caracterizada por un incremento de las reservas de tejido adiposo y menor cantidad de tejido muscular y óseo, además de ser una enfermedad metabólica e inflamatoria que a largo plazo puede causar padecimientos derivados de la misma enfermedad disminuyendo así la calidad de vida.

Un punto importante a resaltar es que la obesidad es una enfermedad multifactorial ya que está relacionada a la alimentación, desde el equilibrio en la ingesta de alimentos y la calidad de los mismos, a una vida sedentaria, a aspectos psicológicos y a factores sociales.

La relación de la obesidad infantil y el rendimiento escolar parten desde un desequilibrio en las conexiones neuronales, el Hospital infantil de México realizó un estudio donde mencionan que en niños obesos existe una “desconexión” en ciertos circuitos neuronales importantes retrasando así el proceso de aprendizaje. Cabe resaltar que también la influencia de la desaceleración del metabolismo puede provocar fatiga, cansancio, falta de concentración, alteración en las concentraciones de glucosa e insulina afectando así el nivel de energía y procesos cognitivos.

Adicional es importante reconocer que aspectos sociales y psicológicos también tienen relación con el retraso en el aprendizaje ya que los niños con obesidad son más susceptibles a discriminación, alteración de la percepción corporal, cambios en la personalidad, apatía y ansiedad, generando rechazo o aversión a convivir con los demás niños.

Como padres debemos asegurar una calidad de vida a nuestros peques, hábitos de alimentación y actividad física pueden ser aprendidos desde una etapa pre escolar y escolar, y es importante ser un ejemplo para ellos. Existen diversas estrategias para prevenir o tratar problemas de obesidad, la educación alimentaria es fundamental para padres e hijos y así asegurar un cambio a largo plazo.

Recuerda acercarte con los profesionales para una asesoría más adecuada, acércate a la nutrióloga o nutriólogo de tu club para resolver todas tus dudas.