Para el equilibrio ecológico, los animales juegan un papel determinante. Son protagonistas de gran parte de los fenómenos y procesos que garantizan condiciones adecuadas para la vida. Hasta el animal más minúsculo del planeta cumple una función vital en su ecosistema, de forma que un cambio en sus hábitos alimenticios, puede comprometer la supervivencia de todo lo que le rodea.
Cuando un niño aprende a amar a los animales está aprendiendo el arte de la compasión y desarrollando las habilidades emocionales necesarias para ser empáticos con otros seres vivos.
Para ello se propone una actividad que ayudará a que el niño conozca e identifique el hábitat natural de los animales así como de sus cuidados.
¡Juguemos “adivina quién de los animales…”!
Material:
• 2 cartones de huevo
• 15 imágenes de animales (para cada tablero, es decir 30 imágenes)
• Fichas con las mismas imágenes de los tableros (un total de 15, serán las mismas imágenes que la de los tableros)
• Fichas con preguntas que podemos hacer a nuestro adversario.

La actividad se desarrollará de la siguiente manera:
1. Cada participante pondrá sus 15 imágenes en el tablero, en este caso será el cartón de huevo.
2. Elegiremos una ficha de esas imágenes que pondremos hasta el frente del tablero.
3. Una vez que cada participante haya elegido el animal de su preferencia, comenzará el juego.
4. Será por turnos y se irá preguntando características específicas del animal que haya elegido, por ejemplo: ¿el animal que elegiste es terrestre o acuático?, ¿su hábitat natural es el bosque?, ¿su comida favorita son las hojas o verduras?
5. Iremos descartando los animales que no cumplan con las características basadas en las respuestas y así consecutivamente.
6. Ganará quien logre descubrir que animal tenía el otro participante.
7. Para reforzar dicha actividad, al final del juego, hablaremos de los cuidados y el respeto que los animales se merecen.
Amarlos y cuidarlos adecuadamente son habilidades que deben ser aprendidas, más que innatas. Existen, sin embargo, buenas razones para involucrar a los animales en la vida de un niño. El cuidado de un animal puede ayudarlo a comprender que los animales tienen necesidades similares a las suyas, desarrollando la empatía, la tolerancia y el respeto que puede transferir a otros seres vivos.
Lizbeth Salazar Dávila
Lic en Pedagogía
Coordinadora Actividades Infantiles
Sport City Lomas Plaza