Una pregunta que muchos de mis amigos me hacen muy seguido es, cómo logro estar siempre tan feliz, incluso en estos días, en los que la estancia en casa nos provoca muchos cambios de humor. Lo que yo siempre digo es que, en realidad, no todo el día estoy feliz. El secreto está en conocer mis emociones y vivir cada una de ellas al máximo.

Esto es algo que aprendí desde hace algún tiempo como parte de mi rutina de bienestar, así que, justo estas semanas en las que tenemos que poner más atención en lo que sentimos, decidí compartir con mis hijos la importancia de expresar los sentimientos y reconocer nuestras emociones, porque claro, aunque muchas veces no lo digan, también estos momentos son complicados para ellos y es importante aprender a manejarlos.

Entonces, si sigues leyendo esta nota, encontrarás algunos ejercicios que están pensados en los niños, pero también tú puedes ponerlos en práctica para tener un cambio súper bueno en tu actitud. No importa cómo o cuándo lo hagas, lo importante es que, a partir de hoy, siempre busques tu bienestar y el de toda la familia.

El lado divertido de las emociones

1.- Empatiza con ellos: Aprovecha que todos los niños tienen un peluche favorito y muéstrales cómo tratarlo bien, casi casi, como si ese juguete fuera una persona de verdad, con sentimientos y necesidades.

2.- Ponle rostro a las emociones: Intenta dibujar emojis en papel y ponles un palito, como si fueran máscaras. Muchas veces, los niños no quieren decir lo que sienten, pero hacerlo más divertido ayuda a sentir confianza y saber con cuál emoción se identifican más.

3.- Caras y gestos frente al espejo: Este juego fue un reto ¡hasta para mí! Tú puedes intentarlo en el momento del día en el que te sientas con mejor ánimo, porque el chiste es motivar a los niños a que lo hagan contigo. Con esta actividad todos pueden aprender a conocerse mejor a sí mismos.

4.- Mejor dilo en positivo: Aquí la única regla es evitar decir no, así que tú podrás adaptar el juego de acuerdo al momento en el que todos estén juntos. Primero pueden intentarlo por tiempo limitado y después, hacerlo parte de su rutina.

5.- La importancia de las reglas: Siempre es buen momento para decirles a los niños por qué deben respetar las reglas. Por ejemplo, con un juego de turnos, explícales que cada uno tiene su oportunidad para jugar y mientras, todos los demás deben esperar.

Lo que he visto es que, compartir con los niños estas actividades, ha mejorado la relación y el bienestar de todos en casa. Ahora tenemos más confianza para decir abiertamente cómo nos sentimos y, claro, ¡estamos de mejor humor!, lo cual, durante esta estancia en casa es necesario. Pero no sólo eso, involucrar a los niños en mi rutina del día a día, también me ha permitido enseñarles buenos hábitos para su bienestar físico y social.

Recuerda que ellos son parte de ti y, por eso, tú también puedes encontrar el momento perfecto para conectar y descubrir cómo viven cada una de sus emociones. Aquí puedes descargar algunos emojis que servirán para jugar e identificar lo que cada uno siente. Solo imprímelos y ponles tu toque especial.