Las golosinas están a la orden del día. Para que no se convierta en un mal hábito, descubre cómo controlar el consumo de dulces en los niños y pasar un Halloween saludable y delicioso.
Inicia octubre y lo único en lo que piensan los niños es en salir a pedir su calaverita, disfrazarse y llenarse de dulces, pues Halloween es la primera de una serie de celebraciones que están por llegar. Sin embargo, una gran preocupación entre los padres es cómo controlar el consumo de dulces en los niños durante esta temporada.
Existen una serie de hábitos y consejos alimenticios que te ayudarán con la labor, ¡así que toma nota y juntos disfruten un Halloween saludable y delicioso!
7 consejos para controlar el consumo de dulces en los niños durante Halloween
Enséñale a tus pequeños que un dulce o postre ocasional pueden ser parte de una dieta equilibrada, pero siempre en porciones adecuadas y con moderación. Lo ideal es que coman una sola golosina en casa después de la hora de la comida y después se laven los dientes.
Es importante ver en la etiqueta de los dulces el total de azúcar, especialmente los agregados que se utilizan para dar sabor. Y considerar que 4 gramos es el equivalente a 1 cucharadita de azúcar.
De esta manera los niños no se habitúan a su consumo y aprenden que este tipo de alimentos son ocasionales, para darse un gusto y no como parte de su nutrición diaria.
A diferencia de lo que muchos sugieren, no es necesario eliminar por completo los dulces de la dieta infantil cuando se trata de un niño sano. Pero sí es importante enseñarles que con raciones pequeñas es suficiente.
Una gran alternativa para controlar el consumo de dulces en los niños es no dejarlos a su alcance. Es mejor dejar a su vista opciones saludables como frutas picadas, galletas de trigo, trocitos de jamón y queso, rebanadas de pan con crema de maní, entre otras.
El uso de los dulces como recompensa cuando se portan bien o hacen la tarea hace que de manera inconsciente sientan el antojo de comer cuando hacen algo bien o cuando están en busca de sentirse felices. En su lugar, es mejor premiarlos con palabras cariñosas y de satisfacción.
Para calmar la sed de los niños después de comer dulces, ofréceles agua simple y sin ningún tipo de endulzante, como refrescos o jugos, que solo incrementan la cantidad de azúcares en su cuerpo.
Los niños no son los únicos que adoran los dulces y el azúcar, muchos adultos también lo hacen. Sin embargo, una alimentación saludable es un tema familiar que se aprende a través del ejemplo.
Comer azúcar en exceso puede intensificar el deseo de comer más dulces y golosinas, por eso es importante que prestes mucha atención a tus hijos este Halloween, libres de excesos de azúcares y caries a futuro.
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