La alimentación es la base necesaria para un buen desarrollo físico, psíquico y social de los niños. Por ello, una dieta saludable es vital para que su crecimiento sea óptimo, en ella debe existir un equilibrio entre los tres macronutrientes: Proteínas, grasas e hidratos de carbono.
Los hidratos de carbono o carbohidratos son moléculas de azúcares que cumplen funciones energéticas pues son el principal combustible del cerebro y del sistema nervioso, y responsables del ahorro de proteínas o la regulación de las grasas.
Estas moléculas de azúcar al pasar por un proceso de digestión y descomposición se convierten en algo llamado “glucosa” que viaja por el torrente sanguíneo para nutrir a todo el cuerpo. La glucosa puede usarse inmediatamente o almacenarse en el hígado y los músculos para su uso posterior. El cerebro consume unos 100 gramos de glucosa diaria, algo muy importante para el correcto funcionamiento del sistema nervioso central.
Es importante controlar la cantidad y el tipo de azúcares o carbohidratos de la dieta ya que esto permitirá un mejor desarrollo en nuestros niños.
¿En dónde podemos encontrar los hidratos de carbono?
En la alimentación tenemos una gran variedad de carbohidratos saludables que podemos incluir en la alimentación diaria de nuestros peques, por ejemplo podemos encontrar carbohidratos en:
Verduras: Zanahoria, chayote, espinacas, jícama, jitomate, etc.
Cereales y tubérculos: Pan, arroz, maíz, avena, trigo, papa, camote, etc.
Frutas: Manzana, plátano, uvas, mango, durazno, pera, etc.
Productos lácteos: Como la leche y el yogurt.
Legumbres: Como frijoles, lentejas, habas, soya, garbanzos.
Postres o bebidas: Como pasteles, galletas, dulces, jugos, refrescos, bebidas de frutas, leche chocolatada. Es importante mencionar que este tipo de azúcares debe incluirse en una menor cantidad en la alimentación de tu niño.
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