Los zoológicos son lugares donde el niño puede comenzar a despertar su interés en el mundo natural, aquí puede conocer y descubrir nuevos animales, durante su visita puede desarrollar el diálogo haciendo preguntas y comparar los tamaños, además podrá explorar, aprender y divertirse.
A continuación te presentamos cómo visitar un zoológico sin salir de casa.
El adulto pegará imágenes y en caso de contar con juguetes o peluches de animales los pondrá en toda la casa a la altura de niño, es importante que estos se acomoden por familia, es decir: animales acuáticos mamíferos, aves, anfibios y reptiles; una vez listo, el adulto le dará un tour al niño alrededor de la casa.
1.- Animales acuáticos.
Materiales: juguetes de bañera, recipiente con agua, un popote.
Para iniciar el adulto debe dar al niño los juguetes, y deberá colocarlos dentro del recipiente con agua, dirá su nombre y le pedirá que lo repita. Posteriormente le pedirá que con el popote sople en el agua y vea el movimiento de los animales. Realizar la actividad bajo supervisión todo el tiempo. Esta actividad permite al niño incrementar su vocabulario y conocimiento sobre la vida marina.
2.- Mamíferos.
Material: 2 triángulos de mismo tamaño, un popote, pegamento, un rectángulo para la trompa y un plumón.
En esta familia conoceremos al elefante, el adulto comienza doblando la punta de cada uno de los triángulos y colocará pegamento en ambos, en uno de ellos pegará el popote en medio y encima le colocará la trompa, al terminar colocará el triángulo encima del otro, doblaremos las esquinas para simular las orejas y con el plumón el niño le dibujara los ojos y colmillos.
El adulto con apoyo de un lápiz dará vuelta al elefante enrollando la trompa y pedirá al niño que sople con el popote para estirarla, con esta actividad apoyamos el control de la respiración y fortalecer pulmones.
3.- Aves.
Material: reproductor de música.
En esta parte el adulto pondrá música ambiental de sonidos de aves y le explicará al niño que este sonido lo hacen para comunicarse, después le pedirá que con sus labios intente silbar, poniendo el ejemplo de cómo hacerlo, es importante que si él no puede lograrlo, felicite su esfuerzo. Esta actividad ayuda a fortalecer los labios y el control de la respiración.
4.- Anfibios.
El adulto puede realizar una divertida dinámica utilizando onomatopeyas para indicar los sonidos del anfibios como: “Croac-croac”, ”ribbit”, “cra-cra” de las ranas y puedes acompañarlo de saltos. Con esta actividad apoyamos los movimientos labiolinguales.
5.- Reptiles.
Materiales:10 taparroscas, un clavo, un cordón de 30 cm., un plumón.
El adulto perforará con el clavo el centro de cada taparrosca dejando el espacio necesario para que quepa el cordón y de esta manera ensartar cada una de las tapas, formando el cuerpo de una serpiente. Cuando esté terminada con el plumón le dibujará sus ojos. Después harán el sonido de la letra “S”, sacaran y meterán la lengua como una serpiente en señal de peligro e intentarán imitar el sonido de un cascabel. Pueden complementar la actividad con la canción “soy una serpiente” https://youtu.be/q8dilxHvbiM . Este juego ayuda a ejercitar los músculos del boca, dientes y lengua.
Además del entretenimiento, los zoológicos enseñan a los niños los valores de amor, respeto y protección a la naturaleza.
Elaborado por:
Ana Karen Castro Templos
Lic. en Psicología
Coordinadora de Actividades Infantiles
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