La estimulación temprana nos ayuda a poder proporcionar un mejor desarrollo físico, social e intelectual en los niños. Estos estímulos tienen impactos que producen una reacción sobre el ser humano, es decir, una influencia sobre alguna función; éstos pueden ser de distinta índole, tanto internos como externos, físicos o afectivos.

• Lenguaje: “Futbolito”.

Colocaremos una caja pequeña en el centro de la mesa, proporcionaremos un popote y una bolita de unicel al niño. Pediremos que con el popote sople a la bolita de unicel tratando de llevarla a la caja en donde meterá un gran ¡gol!. Este ejercicio le ayudará a mejorar su lenguaje ya que tiene movimientos de labios y lengua.

• Área motriz – fina:

Pondremos dos recipientes del mismo tamaño en la mesa. En el primer recipiente colocaremos pompones medianos simulando ser pulgas, con la ayuda de una cuchara pasaremos las pulgas de un recipiente a otro, procurando pasar de uno en uno. Esto le beneficiará para que el niño tenga una mejor presión en las actividades finas que deba realizar con las manos.

• Área cognitiva: Memorama.

Imprimiremos 5 tarjetas dobles de figuras que le gusten al niño para hacer un rompecabezas. Posteriormente le pondremos papel adherible para hacerlas más resistentes. Ya que estén cortadas en cuadro se las mostraremos al niño para que las visualice y le diremos que figura trae cada una, le explicaremos que son dos iguales y que debemos buscar el par. Una vez explicado pasaremos a jugar con el niño. Este ejercicio le ayudará al niño a tener una mejor retención de memoria y atención.

• Área motricidad gruesa: Circuito con aros.

Necesitaremos unas huellas de colores y unos aros. Las huellas se ubican en distintos lugares: unos adentro de los aros y otros afuera. El niño tiene que seguir la secuencia que indica los pies saltando de un aro a otro. Este ejercicio le ayudará a tener una coordinación y mejorar los movimientos gruesos en su cuerpo.

• Área socio afectiva: ¡adiós, adiós!

Nos situaremos en un espacio cómodo. Pondremos la canción de ¡adiós, adiós! https://www.youtube.com/watch?v=ibT5tMwKmqo para decirle al niño que es hora de terminar con nuestras actividades y al finalizar la canción le daremos un abrazo diciéndole que trabajo ¡muy bien! El demostrar el cariño a los niños les ayuda a tener una mejor autoestima y sobre todo les enseñará a compartir.

El adulto debe ser sensible a la respuesta del niño para saber hasta dónde y cómo administrar los estímulos. Mantener contacto visual durante la estimulación ayuda para darle confianza y seguridad.

Elaborado por:

Elizabeth Sosa Esquivel

Licenciada en Pedagogía

Coordinadora de Actividades Infantiles

Sport City Polanco