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Alimentación y alegría

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La alimentación es el conjunto de actividades y procesos por los cuales tomamos alimentos del exterior con la finalidad de que nos aporten energía y sustancias nutritivas necesarias para el mantenimiento de la vida. Aunque su mayor enfoque va direccionado a la salud, la alimentación también forma parte de un proceso psicológico y social que puede desencadenar conductas positivas no solo en la infancia sino en la vida adulta.

En la etapa inicial de vida, la alimentación, se basa únicamente en la lactancia materna, siendo el primer vínculo emocional que existe entre el bebé y la madre. A partir del 6º mes se busca complementar la nutrición del pequeño por medio de la ablactación, que es la inclusión de diversos alimentos a la dieta del niño con el objetivo de obtener el 100% de los nutrimentos necesarios para su desarrollo.

Desde un punto de vista antropológico y social, la alimentación es un fenómeno complejo que comprende aspectos culturales, sociales y sensoriales, por ello cuando incluimos a nuestro hijo a una alimentación variada es importante darle herramientas para que sea un proceso que le genere satisfacción y nos ayude a tener niños sanos y sobre todo felices. Algunas recomendaciones a considerar para que el infante tenga una participación positiva en su alimentación son:

Sensoriales: Utiliza los sentidos para despertar su curiosidad.

  1. Visual: Utiliza alimentos con colores vibrantes como amarillo, rojo, naranja, verde (diversas frutas y verduras), realiza figuras divertidas con sus alimentos por ejemplo flores, mariposas, ositos, etc.
  2. Olfato: Cada alimento desprende un aroma característico ya sea al natural o al momento de cocinarlo, al dejar que el niño experimente este sentido le permitirá definir sus gustos y preferencias desde esta etapa.
  3. Tacto: Dejemos que juegue, que toque su comida, que sienta diferentes texturas como papillas, picados finos, alimentos pastosos como avena o cereales, esto permitirá desarrollar su movilidad y despertar su creatividad.
  4. Gusto: Procura ofrecer alimentos naturales, sin sodio o azúcar añadido ya que esto permitirá generar un criterio real sobre los sabores de cada uno de los alimentos. Juega con tu pequeño e invítalo a que te dé probaditas de su plato.
  5. Auditivo: Cuando sea momento, puedes ofrecer alimentos crujientes como galletas o verduras en bastoncitos, el oído es uno de los sentidos que participa en la identificación de los alimentos.

Utensilios prácticos: Ofrécele a tu pequeño cubiertos que se ajusten a sus necesidades, con materiales suaves, utiliza platos o vasos coloridos y con figuras divertidas. Esto hará la hora de la comida una experiencia diferente cada día.

Ambiente familiar: Al realizar los alimentos es importante incluir a todos los miembros de la familia, el momento de reunirse en el comedor debe ser igual a una reunión social. Procura no tener distractores como la TV, juguetes o teléfonos celulares, esto facilitará identificar nuestro nivel de saciedad, y sobre todo ten paciencia, los niños tienen un ritmo distinto para comer que un adulto.

 

Bibliografía:

-http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2145- 48922014000100005&lng=pt&nrm=iso

-https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0185122514704874#:~:text=Desde% 20una%20perspectiva%20antropol%C3%B3gica%2C%20la,el%20transcurso%20de%20su% 20historia. – https://www.redcenit.com/problemas-sensoriales-en-la-alimentacion-del-nino/

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