Conoce los beneficios de inculcar buenos hábitos alimenticios a los más pequeños de la familia.

Para muchas culturas la alimentación es un tema que se relaciona con las costumbres y tradiciones, por lo tanto cuando hablamos de unión familiar, siempre tenemos presente un platillo o bebida para compartir con todos los integrantes.  Sobre todo en nuestro país, porque si hacemos un recuento cada celebración tiene un platillo para acompañar como por ejemplo, en día de muertos, el pan y las ofrendas, en semana santa mariscos y pescados, etc.

Regularmente le asignamos ese rol de la preparación a la mamá, la abuela o incluso al padre, pero pocas veces integramos a los hijos. 

Si nosotros incluimos a nuestros hijos en la preparación y conservación de los alimentos, estos serán los beneficios que obtendremos:

1. Conocerán la enorme variedad de alimentos que existe y la temporalidad de frutas y verduras por región. Y así evitarán las deficiencias nutrimentales.
2. Pondrán atención en las texturas, formas y colores para hacer muchas combinaciones.
3. Potencializa todos sus sentidos a la hora de elegir sus alimentos porque se guiarán por el sabor y el olor de los mismos.
4. Se sentirán partícipes a la hora de hacer las comidas, lo que mejorará la relación entre el niño y la comida.
5. Cuando sea hora de comer un snack tendrán la iniciativa de prepararse algo que disfruten comer y así evitarán que prefieran alimentos ultraprocesados y/o densamente calóricos.

Ahora que ya conocemos los múltiples beneficios no tengas duda que nuestros niños necesitan entrar con mayor frecuencia a la cocina y seguir conociendo sobre cómo se usan los utensilios de cocina, sobre cómo se almacenan los alimentos o dónde encontrarlos.