Los hábitos de alimentación se establecen desde el inicio de la ablactación y se consolidan antes de los 10 años. Durante el desarrollo de los hábitos la familia representa un modelo de conducta que nuestros pequeños adoptan día a día, por ello es importante conocer las pautas y recomendaciones para asegurar un correcto aprendizaje durante esta etapa.
Horarios: La mayoría de los preescolares y escolares realizan de 4 a 6 comidas al día, considerando 3 comidas principales y algunas colaciones o snacks. El tamaño de las porciones dependerá de los requerimientos por edad de cada niño, pero es importante saber que se deben dar porciones pequeñas pero frecuentes, asegurando así un aporte calórico, de vitaminas, minerales y fibra completo.
Demos tiempo: Es importante tener paciencia cuando nuestros peques se sienten a la mesa, su ritmo de comidas es diferente al de un adulto y es importante no apresurarlos o generar presión, procura que encuentre en sus horas de comida un ambiente cómodo y agradable.
Evita distracciones: Cuando los niños tienen distracciones a la hora de comer (televisión, tablet, celular, juguetes, etc.) regularmente no prestan atención a lo que se está consumiendo, provocando que lleguen a consumir más o menores porciones.
Evita condicionar: Evita premiar, recompensar o condicionar las comidas, los niños pueden aprender a rechazar alimentos o generar estrés o tensión. Este comportamiento también puede llegar a convertirse en un mal hábito.
Experiencia sensorial: En esta etapa del desarrollo es importante generar estímulos sensoriales para el desarrollo de habilidades en nuestros pequeños, podemos contribuir ofreciéndoles cubiertos que faciliten el realizar sus comidas por ellos mismos, texturas y temperaturas diversas, colores llamativos en sus preparaciones, y en caso de que la comida lo permita, dejarlo interactuar con sus manos.
Comidas en familia: El acto colectivo de comer permite desarrollar un medio de sociabilización. Acompañarse durante las comidas crea vínculos familiares, psicológicos y sociales que pueden seguir desarrollándose durante todas las etapas de vida.
Hábitos que se aprenden: Procura no realizar gestos de desagrado o disgusto por algún alimento ya que los niños pueden llegar a imitar este comportamiento.
Higiene: No olviden lavar sus manos antes y después de comer, enseñarle a recoger su plato al terminar sus comidas y lavarse los dientes al finalizar.
Seamos participes en el aprendizaje hacía los buenos hábitos, recuerda ser siempre el mejor ejemplo.
L. en N. Ana Paulina Maya Marín
Nutrióloga en Sport City Metepec
Referencias Bibliográficas.