Nunca me imaginé que ir al parque un día normal en una hora cualquiera, me haría sentir la mujer más feliz del mundo. Y es que, una de las cosas que he notado en el último mes de estar en casa, es lo mucho que aprendí a valorar pequeñas cosas y momentos que antes no podía. Es como si mi vida hubiera dado un giro y ahora puedo ver cosas que antes ni siquiera me daba cuenta de que ahí han estado siempre.
Justo eso me pasó el día que salí de nuevo a la calle, obviamente con todos los cuidados necesarios pero, me sentí tan bien que aún no puedo superar esa sensación. Era medio día cuando fui a caminar al parque, el clima era perfecto y descubrí lo mucho que extrañaba estar ahí, viendo los árboles y disfrutando ese momento de paz. Así que cerré los ojos unos segundos y sólo me concentré en estar presente, viviendo el aquí y el ahora.
Ahí descubrí que no necesito estar horas en un lugar para pasarla genial. Tampoco tengo que hacer cosas “super wow” para sentir que aproveché al máximo ese momento. Y lo mejor, desde ese día disfruto más cada minuto de esta nueva vida. Así que deja de preguntarte cómo lo logré y mejor sigue leyendo, porque aquí te diré cómo puedes disfrutar y vivir plenamente la nueva normalidad.
Enfoca tu atención
Para lograrlo, lo más importante, es enfocar tu atención en el momento que estás viviendo. Por ejemplo, si un día te encuentras con una persona a quien tiene mucho que no ves, entonces trata de escucharlo con toda la atención y olvidarte del mundo, así vas a disfrutar como nunca cada uno de los minutos con compañía. Después notarás que algo tan sencillo puede darle un refresh increíble a tu mood del día.
Disfruta el presente
Otra cosa básica que todos los días practico es olvidarme del pasado y del futuro. Seguro ahora hay muchas preguntas en tu cabeza porque, es verdad, todos extrañamos lo que antes hacíamos pero, cuando dejas de pensar en cómo hacías las cosas, puedes aprovechar cada segundo del presente. Suena loco pero, funciona. También dejar de pensar en cuándo volverá todo a la normalidad es importante. El único momento en el que hay que vivir, es el presente.
Olvídate del rush
Por último, darle un nuevo valor a las cosas también ayuda a disfrutarlas más. Piensa que, quizá, siempre has desayunado en casa pero, antes, con el rush del día, era imposible sentarte a saborear una taza de té o unos deliciosos hot cakes. Seguro ahora hasta te saben mejor, obvio porque sólo estás concentrado en lo especial de ese momento.
Así como ir al parque unos minutos mejoró mi día por completo, tú puedes descubrir qué es eso que antes hacías pero, ahora, es completamente diferente y te hace sentir bien. Además, esto de disfrutar el presente es algo que puedes aplicar en todo, desde que te levantas hasta que te acuestas, dentro y fuera de casa. Incluso, puedes hacerlo mientras te relajas y simplemente miras el paisaje por la ventana. En realidad, tú decides cuáles son esos momentos que quieres vivir plenamente y convertirlos en lo más especial de tu día.
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